En 1600 Japón surgió Ukiyo-e
, un influyente estilo de ilustración caracterizado por una línea
expresiva, colores vivos y tonos sutiles, resultantes de la técnica de impresión de bloques de madera cepillada con tinta.
Los temas incluyeron cuentos populares tradicionales, figuras populares y la vida cotidiana.
Durante los siglos XVI y XVII en Europa, los principales procesos de reproducción ilustrativos fueron el grabado y el aguafuerte.